La elección de las Consejeras generales ocupaba el día 22 de septiembre. Tras celebrar la Eucaristía, ya en la sala capitular, las hermanas de la Delegación Nuestra Señora de África nos ofrecieron una oración a partir de la Palabra de Dios: “Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.” (1 Cor 12).
Una de las dinámicas que nos está ayudando es la que se genera a partir del reconocimiento de los dones que hemos recibido las hermanas. TODAS SOMOS NECESARIAS y todas somos únicas en la Compañía. Y Dios nos ha dado unos dones a cada una no para nosotras mismas, sino para el bien común, el de la Compañía y el de nuestro mundo.
Después de una mañana de oración y discernimiento, por la tarde procedimos a la elección de las Consejeras generales. Fue un tiempo de comunión y de petición al Espíritu. Antes de escribir los nombres en las distintas votaciones, éramos invitadas a orar. Y así se fue configurando el nuevo Gobierno, con la certeza de la presencia del Espíritu entre nosotras, y con la emoción de tener hermanas que acogen la voluntad de Dios manifestada en sus hermanas.
Gracias las hermanas Pilar Liso, Teresa Katumbu y Clarice Suchy por decir sí.
Pili es de España, y será la Vicaria general; Teresa es de Angola y Clarice de Estados Unidos. Ellas, junto con Ángela de Nicaragua, Coordinadora general, constituyen nuestro Gobierno general hasta 2031.
Después de la elección fuimos a la capilla para unirnos en oración. Junto al resto de hermanas de la casa, oramos por ellas y pedimos la bendición de Dios para cada una. Frente a todas, Pili y Clarice, acogían agradecidas la bendición de todas las hermanas. Y en la oración de todas Teresa Katumbu que no forma parte de las hermanas capitulares; estamos seguras de que de alguna forma nuestra oración viajó hasta Angola y allí fue bendecida.
¡Gracias hermanas!