ENCUENTRO ÁMBITO VOLUNTARIADO
Tres continentes, dos lenguas, catorce países y una familia teresiana que se expande a través de las fronteras
El pasado tres de junio una comisión formada por cuatro hermanas y una laica invitadas por la Compañía, organizamos el encuentro de ámbito relacionado con el voluntariado. En él, participamos hermanas y laicos/as voluntarios/as, personas que acompañan al voluntariado en sus países, miembros de la red de voluntariado de América y del equipo de formación y acompañamiento del voluntariado de FundEO además de una representación de las delegaciones de FundEO de España.
Era la primera vez que coincidíamos en un mismo espacio virtual-tiempo y con la misma propuesta: Un encuentro para dialogar, reflexionar, compartir, ahondar el tema capitular desde la perspectiva de un compromiso solidario y de servicio e intercambiar experiencias de servicio, que nos ayudasen a buscar caminos, que permitieran promover el voluntariado como un modo Teresiano de ser y estar en el mundo.
Desde que empezaron a conectarse las caras de sorpresa y curiosidad se iban sucediendo con un fondo que reflejaba el deseo de conocer, compartir y dejar ensanchar nuestra tienda siempre alentados por el espíritu y por nuestros compañeros de camino, Teresa y Enrique.
La primera parte del encuentro nos situamos ante la realidad de nuestros contextos y del mundo tan amplio y diverso ayudándonos de imágenes y experiencias concretas que más tarde pudimos conectar con nuestra propia vida.
La posibilidad de trabajar en grupos de la misma lengua nos dio la oportunidad de conocer más de cerca otras realidades y trabajar juntos/as lo que supone la ciudadanía global desde nuestro ser teresiano/a. Pensamos y buscamos propuestas y compromisos para hacer realidad este aspecto en los contextos personales y grupales en los que nos situamos cada una. De las muchas aportaciones interesantes y a tener en cuenta se llegó a la convicción clara de que ha llegado el tiempo de mover con más fuerza, el carisma teresiano al servicio de los demás. Es tiempo de darlo a conocer a través del voluntariado teresiano. Soñamos con crear redes, vínculos, planes de formación compartidos, tocar el corazón de los jóvenes, compartir experiencias…
Un final de encuentro lleno de sentimientos y caminos abiertos que se concretaron en palabras compartidas por todos: compromiso, alegría, esperanza, dialogo, transformación social, unión, riqueza, experiencia, confianza, trabajo colaborativo….Palabras que renuevan la invitación de San Enrique a ser una comunidad que impulsada por el Espíritu de Teresa de Jesús cuide la vida en este momento de la historia. “Manos a la obra, que el tiempo urge, y las circunstancias apremian” EO.
